Tu amiga
¿Qué debes hacer?
Si sospechas o tienes la convicción de que una amiga tuya tiene un problema de alimentación:
1. No te frustres si no reconoce tener un problema y rechaza la ayuda profesional, trata de hablar con alguien de su entorno cercano (hermanos mayores, padres, profesores...) y da la voz de alarma, no esperes a que ella acceda a ponerse bajo tratamiento.
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2. Trata de obtener información sobre este tipo de trastornos, en qué consisten, dónde acudir, cómo tratarla, etc.. Cuantos más datos tengas menos in
defensa te verás y más podrás ayudarla.
3. Evita dirigirle comentarios sobre su aspecto físico, tales como : “Cada día estás más delgada”, “Te estás quedando en los huesos”,... conseguirás que su comportamiento de pérdida de peso se vea reforzado y aumentarás su preocupación por el físico.

4. Elude hablar con ella de dietas, de calorías, de personas del entorno que hayan engordado o adelgazado.
5. Interésate por otras áreas de su vida, ajenas a la alimentación y su imagen, como los estudios, el trabajo, la familia, la pareja....
6. Debido a su baja autoestima y a su sentimiento de inferioridad, es importante que le recuerdes lo importante que es ella para ti y lo orgullosa que estás de que sea tu amiga.
7. Trata de alabar todas las áreas de su persona ajenas al peso y la imagen. Hazle entender que una persona no es únicamente un peso o una talla, es un conjunto de atributos y debilidades.
8. Si comes con ella, no prestes atención sobre lo que come, cómo come o la comida en sí, trata de sacar temas amenos de conversación. No le recomiendes lo que debería comer, o lo que no, son los especialistas los que deben tomar esas decisiones.
9. Aunque no quiera relacionarse, intenta integrarla en los grupos, llamarla y no favorecer su aislamiento.
10. El tratamiento es largo en el tiempo y la recuperación no es lineal, no esperes resultados a corto plazo, cuenta con períodos de estancamiento y de retroceso.
